En el Informe anual global de ciberseguridad elaborado por Fastly se revela que las empresas han perdido casi el 10% de sus ingresos en el último año como resultado directo de los ciberataques sufridos. La cifra, a escala nacional, se sitúa en el 8%. Sin embargo, los estragos financieros no son los únicos padecidos. Las organizaciones también subrayan las interrupciones de la red (34%), la pérdida de datos (29%), la desconexión de aplicaciones web (24%) y el compromiso de cuentas de clientes (22%) entre los daños más comunes causados por las brechas de seguridad.
Para Sean Leach, vicepresidente de Tecnología de Fastly, aunque “los resultados inmediatos de un ciberataque pueden ser extremadamente dañinos, lo que realmente afecta a las empresas es el tiempo que tardan en recuperarse de ellos. En promedio, a las empresas les lleva 7,5 meses recuperarse de la pérdida de confianza del cliente como resultado de un ciberataque (9 meses en el caso de España). Una vez que la confianza se rompe, es muy difícil recuperarla. Esto significa que un solo ciberataque, especialmente uno que resulta en una violación de datos de clientes, tendrá impactos a largo plazo en la empresa que lo sufre. En un contexto de incertidumbre económica, las consecuencias financieras a largo plazo de sufrir una brecha de seguridad no pueden ignorarse».
Ser conscientes de las implicaciones financieras de no tener la infraestructura de seguridad correcta, está llevando a las empresas a reevaluar sus inversiones, con un 76% planeando aumentar sus presupuestos de ciberseguridad en el próximo año (un 71% en España). A pesar de este incremento, la incertidumbre continúa reinando en los equipos de seguridad, con un 35% de los profesionales sintiendo que gastaron demasiado en herramientas de ciberseguridad en los últimos 12 meses, en comparación con un 18% que siente que no gastaron lo suficiente (29% y 20% en España, respectivamente).
La escasez de talento especializado en materia de seguridad también está causando problemas. En consecuencia, en el último año el 47% de las empresas ha aumentado sus presupuestos específicos para talento (43% en España). La falta de experiencia en la gestión de amenazas (46%), la carencia de las competencias necesarias (36%) y la incapacidad para trabajar a gran escala (36%) son los principales problemas a los que se enfrentan los profesionales de la seguridad y que han complicado considerablemente el proceso de contratación.