1. Crear manuales de respuesta a incidentes
El primer paso para evitar este tipo de ataques es crear un plan asumiendo que es más una cuestión de cuándo llegará un ataque y no si llegará. Según un informe reciente realizado por Vanson Bourne en nombre de Barracuda,el 73% de las empresas sufrieron al menos un ataque de ransomware en 2022.
Sin un plan de respuesta a incidentes, las empresas suelen entrar en pánico, sin saber a quién llamar o qué hacer, por lo que pagar el rescate parezca la salida más fácil. Con un plan en marcha, la gente sabe qué hacer, después de haber practicado el plan con antelación para asegurarse de que las medidas de recuperación de desastres funcionan como se supone que deben hacerlo.
Un plan de respuesta a incidentes debe incluir funciones y responsabilidades claras, protocolos de comunicación y estrategias de recuperación. Según el informe 2023 sobre ransomware y extorsión de Palo Alto, las víctimas de estos ataques deben prepararse para tres tipos de vulnerabilidades: cifrado de datos y sistemas, robo de datos y (más recientemente) acoso.
El porcentaje de ataques de ransomware que implicaron robo de datos aumentó al 70% a finales de 2022 desde el 40% en 2021, mientras que los incidentes de acoso aumentaron al 20% desde menos del 1%. Por lo tanto, los planes de respuesta a incidentes deben incluir no sólo medidas para recuperarse del cifrado de ransomware y protocolos para hacer frente a las amenazas de datos filtrados, sino también qué hacer en caso de que los empleados o clientes estén siendo acosados.
En general, las empresas que consiguen recuperarse más rápidamente de los ataques de ransomware son las que tenían planes de respuesta a incidentes y los habían practicado con antelación.
2. Implantar una ciberseguridad multicapa
Según una encuesta de IDC realizada en junio, las empresas que no sufrieron filtraciones de ransomware solían utilizar todas o algunas de las cinco tecnologías de seguridad clave:
- Detección y respuesta de puntos finales (EDR).
- Pasarelas de seguridad en la Nube o agentes de seguridad de acceso a la Nube (CASB).
- Sistemas de gestión de eventos e información de seguridad (SIEM).
- Análisis de identidades o análisis del comportamiento de usuarios y entidades (UEBA).
- Detección y respuesta de redes (NDR).
Disponer de varias capas de defensa, así como configurar la autenticación multifactor y el cifrado de datos es algo fundamental para la ciberseguridad.
Cuando una organización educativa que había invertido mucho en ciberseguridad, se vio afectada por ransomware, pudieron cambiar las operaciones a una copia de seguridad offline. Entonces, los atacantes aumentaron sus exigencias: si la organización no pagaba el rescate, sus datos se filtrarían online. Es decir, la organización estaba bien preparada para un evento de cifrado, pero no para el segundo rescate. Había datos sensibles reales que desencadenarían una serie de acciones de cumplimiento normativo.
La empresa no quería que se filtraran los datos, pero tampoco confiaba en que los atacantes cumplieran sus promesas. Lo que esta organización decidió hacer es no pagar tampoco el segundo rescate. En su lugar, mientras los atacantes esperaban una respuesta, la organización notificó a las víctimas sobre la brecha. Para cuando los datos se filtraron online, ya habían completado las acciones de notificación.
El ataque puso de manifiesto dos puntos débiles en su estrategia de defensa. En primer lugar, su manual de respuesta a incidentes no contemplaba una segunda extorsión. En segundo lugar, no habían cifrado sus datos confidenciales. Después, volvieron a revisar su estrategia, empezando por su manual de respuesta. «¿Cómo podemos mejorar? ¿Cómo reducimos el riesgo? ¿Cómo podemos hacer las cosas de forma diferente la próxima vez?» Lo que también les llevó a cifrar los datos sensibles.
3. Invertir en copias de seguridad sólidas
Cuando los atacantes de ransomware se afianzan en una organización, tienen dos objetivos principales: llegar a los datos valiosos y neutralizar las copias de seguridad.
Si los atacantes consiguen acceder a las credenciales del dominio, no deberían poder acceder también a las copias de seguridad. Si las copias de seguridad requieren un segundo conjunto de autenticación, estarán mucho más protegidas. Otra estrategia son las copias de seguridad inmutables, que no se pueden sobrescribir ni borrar.
Las empresas que evitan invertir en seguridad multicapa, cifrado fuerte, autenticación multifactor y copias de seguridad sólidas porque piensan que no se verán afectadas por el ransomware (o si lo están, creen que sería más barato pagar el rescate y volver al trabajo) están viviendo en el pasado. Esta estrategia podría haber funcionado en 2013, cuando los ataques de ransomware eran poco frecuentes y los rescates eran ínfimos. Pero hoy no funciona.